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domingo, 2 de septiembre de 2012


Las Pirámides

Era lunes 23 de agosto y en  Inglaterra el día estaba lluvioso. El arqueólogo James Kerry convocó a su ayudante a una reunión.
            ¿Sí, mi señor? —Preguntó Steve.
            Alguna vez en el mundo, ¿alguien entró a una pirámide egipcia?
            No, mi señor, eso es técnicamente imposible.
            ¡Nada es imposible! Y prepárate las maletas porque mañana a primera hora nos vamos a Egipto.
            Está bien, mi señor.
Al día siguiente, como James dijo, volaron a Egipto
            ¡Qué lindo paisaje! — exclamó Steve.
            Tiene toda la razón, esas pirámides tan rústicas llenas de tantos misterios por resolver— observó James.
Cuando llegaron fueron a instalarse a un hotel 3 estrellas, un señor les dijo:
            ¿Qué hacen aquí dos hombres tan elegantes como ustedes?
Venimos a explorar las pirámides—respondió James.
            ¡ A explorar las pirámides! Eso es técnicamente imposible—dijo el señor.
            No me importa, mañana mismo emprendemos viaje.
Al día siguiente, cuando llegaron, observaron las pirámides de punta a punta. Pero no había ninguna señal de una entrada. James y Steve seguían observándolas hasta que en un momento se cayeron por un agujero. ¡ Estaban dentro de las pirámides!
            Me temo, señor, que caímos dentro de una pirámide.
            ¡Grandioso! ¿Vio Steve que nada es imposible?
Al cabo de un tiempo de estar dentro de la pirámide se encontraron con una puerta. Los dos hicieron la mayor fuerza posible y lograron abrirla. Cuando la puerta se abrió dentro, dentro había una tumba que tenía escrito: “Tután Kamón”. Los dos hombres muy asombrados le sacaron una foto y tomaron muestras del polvo y muchas otras cosas que había en el lugar. Pero de repente escucharon un ruido y vieron que empezaba a salir arena.
              — ¡Rápido, salgamos de este lugar!—exclamó James.
            Y de repente Steve vio una puerta pequeña al lado de la tumba. Los dos lograron salir aunque a lo lejos vieron una piedra gigante rodando hacia ellos. James y Steve salieron corriendo hacia una columna escondida y se pusieron detrás de ella.
   Hay que salir sí o sí de acá— dijo Steve.
Después de caminar por un largo tiempo se encontraron con el agujero por donde habían caído. James se subió  arriba del pie de Steve y salta logra salir, James le da la mano a Steve para que pudiera salir.
   ¡La mejor experiencia de mi vida!—exclamó James con toda la ropa sucia y rota.
   La mejor, pero aterrorizante experiencia— dijo Steve.
   Rápido volvamos a casa.
Y así fue, James Kerry y Steve Scolm fueron los primeros hombres que lograron entrar a una pirámide egipcia.

                                            Fin…