Las Pirámides
Era lunes 23 de agosto y en Inglaterra el día estaba lluvioso. El
arqueólogo James Kerry convocó a su ayudante a una reunión.
—
¿Sí, mi señor? —Preguntó Steve.
—
Alguna vez en el mundo, ¿alguien entró a una pirámide
egipcia?
—
No, mi señor, eso es técnicamente imposible.
—
¡Nada es imposible! Y prepárate las maletas
porque mañana a primera hora nos vamos a Egipto.
—
Está bien, mi señor.
Al día siguiente, como
James dijo, volaron a Egipto
—
¡Qué lindo paisaje! — exclamó Steve.
—
Tiene toda la razón, esas pirámides tan rústicas
llenas de tantos misterios por resolver— observó James.
Cuando llegaron fueron a
instalarse a un hotel 3 estrellas, un señor les dijo:
—
¿Qué hacen aquí dos hombres tan elegantes como
ustedes?
Venimos a
explorar las pirámides—respondió James.
—
¡ A explorar las pirámides! Eso es técnicamente
imposible—dijo el señor.
—
No me importa, mañana mismo emprendemos viaje.
Al día siguiente, cuando llegaron, observaron las pirámides de punta a
punta. Pero no había ninguna señal de una entrada. James y Steve seguían
observándolas hasta que en un momento se cayeron por un agujero. ¡ Estaban
dentro de las pirámides!
—
Me temo, señor, que caímos dentro de una
pirámide.
—
¡Grandioso! ¿Vio Steve que nada es imposible?
Al cabo de un tiempo de estar dentro de la pirámide se encontraron con
una puerta. Los dos hicieron la mayor fuerza posible y lograron abrirla. Cuando
la puerta se abrió dentro, dentro había una tumba que tenía escrito: “Tután
Kamón”. Los dos hombres muy asombrados le sacaron una foto y tomaron muestras
del polvo y muchas otras cosas que había en el lugar. Pero de repente escucharon
un ruido y vieron que empezaba a salir arena.
— ¡Rápido, salgamos
de este lugar!—exclamó James.
Y de repente Steve vio una puerta
pequeña al lado de la tumba. Los dos lograron salir aunque a lo lejos vieron
una piedra gigante rodando hacia ellos. James y Steve salieron corriendo hacia
una columna escondida y se pusieron detrás de ella.
—
Hay que salir sí o sí de acá— dijo Steve.
Después
de caminar por un largo tiempo se encontraron con el agujero por donde habían
caído. James se subió arriba del pie de
Steve y salta logra salir, James le da la mano a Steve para que pudiera salir.
—
¡La mejor experiencia de mi vida!—exclamó James
con toda la ropa sucia y rota.
—
La mejor, pero aterrorizante experiencia— dijo
Steve.
—
Rápido volvamos a casa.
Y
así fue, James Kerry y Steve Scolm fueron los primeros hombres que lograron
entrar a una pirámide egipcia.
Fin…